miércoles, mayo 13, 2015

NOTICIA 1482ª DESDE EL BAR: ZAIDA ESCOBAR, LA JOVEN PROMESA (pintura entre lo oscuro y lo palpitante)


Hoy tengo el placer de traer a esta bitácora para el Alto Mando de Espionaje de Bares, los lectores, a una persona muy joven que se ha hecho un gran hueco en el mundo de la pintura local de Alcalá de Henares y, si sigue por este camino, puede aspirar a ser una referencia de mayores repercusiones. Hablo de Zaida Escobar, nacida en 1988, una mujer de 26 años que cuenta ya en su haber numerosas exposiciones tanto colectivas como exclusivamente suyas, tanto en lugares institucionales como en bares, o incluso en conciertos de música. Curiosamente es ganadora del segundo premio de Fotografía del certamen Jóvenes Creadores de Alcalá de Henares, no tengo claro si en 2009 ó 2008, y del primer premio de ese mismo certamen y esa misma modalidad fotográfica en 2010, a pesar de haberse encontrado ella a sí misma en la pintura. Esto podría explicar varias de las claves para entender sus primeros cuadros. De hecho, la Facultad de Bellas Artes de Madrid, por la que se ha licenciado en 2011, ha adquirido parte de su obra original para preservarla en el tiempo como parte de su Gabinete de dibujo.

La primera exposición de Zaida se produjo en 2009 en la Casa de la Juventud de Alcalá de Henares, mientras que su más reciente exposición ha sido a lo largo del mes de abril de este 2015 en la Casa de la Entrevista de la misma ciudad, como parte del proyecto colectivo "12 platos de carne", que comenté en esta bitácora en la Noticia 1465ª y de la que Dani Haller ha escrito un análisis completo y profundo en La taberna de Platón. Esta exposición temporal volvió a traer a la ciudad los aires creativos y dinámicos que hacía muchos años respiraba Alcalá hasta que los cambios políticos a favor del Partido Popular a mediados y finales de los años 1990 cambió las dinámicas expositivas del municipio y los apoyos a los creadores locales. Estuvo implicada en aquel comisariado junto a Zaida, Alba Eskabias. Como sea, Zaida también se ha dedicado a escribir algunas de sus ideas artísticas dentro del colectivo que ha creado la revista electrónica Walskium. Se la puede leer en varios artículos publicados allí. También ha participado del colectivo Cuadros de Cine, dedicado a reproducir en cuadros fotogramas o personajes de cine, o se puede ver su obra en diferentes lugares de la ciudad a petición de los dueños de esos espacios, como pueda ser los comercios de Alcalá Cómic y Opticalia, o incluso la puerta de un garage.

Personalmente conocí a Zaida en 2011, entre cuestiones artísticas de La Vaca Flaca y acciones reivindicativas del 15 de Mayo. Desde entonces nos une una amistad. Ha sido mencionada por esta bitácora varias veces a lo largo de estos años, aunque quizá las entradas más representativas fueron las que le dediqué en 2012 con motivo de una exposición  suya en el bar La Chata, Noticia 1087ª, o la ya enlazada de este 2015 acerca de la exposición "12 platos de carne", Noticia 1465ª. Hechas todas estas presentaciones espero que disfrutéis de la entrevista como yo la he disfrutado. Merece la pena.
(Las fotografías son con permiso de la propia Zaida Escobar).

CANICHU: Acabas de realizar y organizar una exposición de pintura llamada “12 platos de carne” en la Casa de la Entrevista, de Alcalá de Henares. En ella han participado diversos artistas complutenses y se ha recuperado incluso la idea de crear un catálogo de lo expuesto. Ha estado expuesta un mes entero, ahora que ya ha terminado, ¿qué balance haces de todo ello, tanto de cuándo te lo planteaste, el proceso para lograrlo y el resultado final?

ZAIDA ESCOBAR: Ha sido un proyecto muy intenso ya que en menos de dos meses hemos tenido que organizar una exposición con doce personas. Con tan poco tiempo es difícil; elegir la obra, qué sentido de unión darle y sobre todo ponernos en contacto y trabajar entre todos (muchos ya no viven en Alcalá). Pero al tener tantas ganas de poder mostrar nuestra obra en un sitio tan especial como la Casa de la Entrevista, todas estas dificultades no fueron más que un reto.
Personalmente estoy muy contenta con lo que hemos conseguido hacer, sobre todo por habernos abierto un hueco en el panorama cultural de Alcalá, el cual nos tenía bastante olvidados y por haber mostrado nuestra obra con la seriedad y el valor que se merecen.

CANICHU: Alcalá es una ciudad cuyos bares son muy dados a crear exposiciones, a veces lamentablemente parece que más como excusa decorativa que realmente expositiva, pero hay muchos de estos lugares muy dignos y consecuentes con el apoyo al artista. En el pasado la ciudad contaba con más salas de exposición de cuadros y esculturas, pero estas han ido desapareciendo o han tenido que compartir su actividad con otras que nada tienen que ver. ¿Es Alcalá de Henares una ciudad difícil para el Arte pictórico hoy día?

ZAIDA ESCOBAR: Sí y no. En Alcalá me considero una artista de bares y muy orgullosa de serlo, gracias a ellos he podido conocer a mucha gente y toda esa gente a la vez han conocido mis obras y eso es lo más esencial. Hay muchos bares en Alcalá que quieren promover la cultura en todos sus aspectos y desde aquí les doy las gracias: La Chata, Deltoya, El Tempranillo, El Café Continental y los grandes que ya no existen, El Perro Verde y La Vaca Flaca, (entre otros).
Lo complicado es cuando quieres dar un paso más y mostrar tu obra en salas de exposiciones. Excluyendo la sala de exposiciones de la Casa de la Juventud, que está abierta a todo el mundo, intentar exponer en las demás, es una tarea complicada y frustrante a no ser que tengas un nombre o un contacto. Aquí sí veo que Alcalá es una ciudad difícil para el arte pictórico ya que apenas apuesta por los artistas de su ciudad lo cual es una pena porque hay un grandísimo potencial y podrían estar muy orgullosos de mostrar sus obras.

CANICHU: La ciudad cuenta con asociaciones que realizan cursos de pintura y exposiciones, como la Mutual Complutense o el sindicato Comisiones Obreras. Tú, aparte de artista propiamente dicha, eres maestra colaborando con Comisiones Obreras. ¿Qué le dirías a alguien que quiere aprender a pintar pero nunca ha cogido un pincel con la excusa de: no tengo creatividad?

ZAIDA ESCOBAR: Lo primero decir que aún no he sido maestra en Comisiones Obreras (el curso no se pudo dar), pero sí tengo la experiencia como docente de algunos talleres que he impartido y sobre todo como alumna que también ha pronunciado esa frase “no tengo creatividad”.  Lo que yo diría sería: experimenta, diviértete, dibuja para ti…Tenemos mucho miedo a que nuestro dibujo no tengo un resultado aceptable para nuestras expectativas y/o las de los demás. Hay una técnica que se puede aprender, claro está, pero no sirve de nada aprender esa técnica si luego da miedo salirse de ella. Por eso hay que experimentar mucho y que se convierta en un juego, en algo que disfrutes realizándolo, y de todo eso que hagas seguro que tarde o temprano aparecerá algo que lo mires y digas…”ahora sí”.
El arte tiene siempre dos caras, o te da una gran felicidad o te sume en una gran frustración, hay que saber aceptar las dos.

CANICHU: Has sido juez en los concursos de pintura libre que celebra el sindicato citado. ¿Es Alcalá más vanguardista o más clásica en los lienzos?

ZAIDA ESCOBAR: Alcalá es muy clásica, de hecho suelen llevarse los primeros premios participantes que vienen de otras localidades, que aparte de tener una técnica impecable también son más arriesgados en la composición y en el aspecto final de sus cuadros. La pintura al aire libre es un mundo aparte y conlleva una técnica diferente que hay que controlar muy bien. En este aspecto creo que Alcalá se queda un poco floja.

CANICHU: ¿Qué opinas de los Premios Ciudad de Alcalá de Pintura?

ZAIDA ESCOBAR: Como en todo hay cosas que me encantan y otras que no entiendo. Los ganadores de los últimos años me han parecido muy potentes, otra cosa son los seleccionados o las menciones de honor. Pero el arte es muy subjetivo, y lo que a mí me puede parecer horrible a otra persona le apasiona. Esta es la eterna cuestión, ¿qué es el arte?, ¿esto es bueno o no? y hablando de esto nos podríamos tirar tanto tiempo… y tampoco queremos aburrir a los lectores ¿no?

CANICHU: Acerquémonos a ti. ¿Cuándo empezaste a pintar? ¿Había antecedentes en la familia?

ZAIDA ESCOBAR: No sé cuándo empecé a pintar, pero el primer dibujo que ya era algo bueno y del que soy consciente lo hice con 11 ó 12 años. Recuerdo que había una revista de moda y en la portada una fotografía de una mujer en primer plano con un sombrero, me pareció tan bueno el retrato que empecé a dibujarlo. Se lo enseñé a mi profesor de plástica tiempo después y recuerdo que se sorprendió (o eso creo). A partir de ahí ya supe que quería hacer el bachillerato de artes y la carrera, no había otra opción (igual le he sabido desde antes, pero no lo recuerdo).
No hay antecedentes en mi familia propiamente dichos, sí es cierto que por parte de mi padre hay más vena artística y tengo familiares muy creativos y con una buena mano, pero pintores o dibujantes no, siempre he sido bastante autodidacta.

CANICHU: Se te nota en varias de tus obras un apoyo familiar, por cuanto algunos de los personajes son familiares tuyos. ¿Cuál es el peso de la familia en tu mundo pictórico?

ZAIDA ESCOBAR: El peso de la familia en mi vida en general es muy importante, siempre hemos estado muy unidos y para mí son una razón de felicidad, supongo que este hecho se refleja en mi obra aunque no sea consciente a veces. Lo curioso es que cuando los utilizo de modelo para mis obras no los retrato de una manera bonita y alegre sino todo lo contrario, pero esa es mi manera de pintar y se tienen que aguantar (se quejan bastante).  La verdad es que hay un hecho más simple que todo esto y es que cuando necesito modelos, a ellos son a los que tengo más cerca y de los que más imágenes tengo, así que me aprovecho jeje.
He de decir que tengo una serie de dibujos que se llama “Mi extraña familia”, y en este caso sí quise que fueran los protagonistas, quise mostrarles tal y como yo los veía. La anécdota que pude sacar de la exposición que hice con esta serie, fue que era una exposición para mí y para mi familia ya que los espectadores que observaban las obras desde fuera no podían llegar a captar (como es normal) el sentimiento y la narración que había en ellas.

CANICHU: En tus pinturas eres una persona muy dedicada a ir directamente a la expresividad. Tienes algunas series de retratos muy llamativos. ¿Qué buscas cuando pintas?

ZAIDA ESCOBAR: Busco una reacción. No me interesa el arte sedentario y placentero (aunque a veces por las circunstancias haya que hacerlo), en mi obra personal quiero transmitir fuerza, agresividad, soledad, pasión....pinto lo que me apasiona y lo hago incluso por instinto, ya que hay veces que no sé ni puedo explicar por qué dibujo lo que dibujo. Mi manera de entender el arte es que cuando tú lo observes haya algo en tu interior que se encoja y que se retuerza, que sientas algo por un momento.

CANICHU: ¿Por qué hay café en algunas de tus obras impostando pintura?

ZAIDA ESCOBAR: El café utilizado como pintura me lo descubrió un profesor de la facultad, el cual me abrió los ojos a la hora de dibujar, me dio el empujón que necesitaba. Me quedé prendada de la apariencia y la textura que dejaba el café sobre el papel y desde entonces lo utilizo en muchas de mis obras.

CANICHU: Hay una serie de dibujos tuyos donde aparecen niños o jóvenes desnudos en la playa, pero yo casi no he visto cuadros tuyos de grupos humanos. ¿Desconocimiento mío o responde a algo?

ZAIDA ESCOBAR: Esos cuadros que me hablas supongo que son los de la serie “Diario de una sociedad desnuda”, lo cierto es que no son niños y tampoco están en la playa jeje, es curioso ver cómo percibe cada persona una misma imagen y qué sentido tan diferente puede darle. Dices que no hay grupos humanos pero justamente en esta serie de dibujos, al igual que hay personas solitarias también hay grupos que se observan y se pelean. De hecho creo que es el único proyecto en el que he incluido más de dos personas en los dibujos.




CANICHU: Algunos de los retratos que has realizado rellenan todos los huecos del lienzo, ¿a qué se debe esta innovación retratística?

ZAIDA ESCOBAR: Soy una adicta de los primerísimos planos, aunque intente huir de ellos para no repetirme, no puedo evitar dibujar todo a lo grande. Si combinas un gran formato con un primer plano y encima es un retrato, la carga y fuerza visual se potencia doble o triplemente, y a mí eso me encanta, que el espectador pueda meterse dentro del cuadro o sentirse amenazado por el gigantismo que observa o mejor dicho, que le observa.

CANICHU: He dicho lienzo, pero lo cierto es que usas también papel, cartón y no sé si otros formatos. ¿Crees en el Arte inmediato o en el Arte perdurable?

ZAIDA ESCOBAR: Creo en todo tipo de arte si lo que hace es transmitir algo cuando lo ves.

CANICHU: ¿Cuál debe ser la intención del Arte según tu visión?

ZAIDA ESCOBAR: El arte debe servir para muchas cosas, para revolucionar, cambiar y criticar la sociedad en la que vive; para transmitir y plasmar sentimientos que nos unen; para hacer pensar y reaccionar al espectador o simplemente para divertir, evadir y potenciar la imaginación. No creo que tenga que servir para solo una cosa, creo que el arte es fundamental en todas sus apariencias y sentidos y mientras haya arte habrá vida (aunque suene muy meloso). Sí es cierto, como ya he dicho antes, que yo me siento más identificada con un tipo de arte que hace reflexionar y reaccionar al espectador y no con el que se limita a que ser algo relajado y bonito. Pero ante todo, que haya arte por favor.

CANICHU: Los desnudos en el Arte han tenido por objeto diferentes intenciones desde que aparecieron por primera vez en la Prehistoria. No es la misma intención un desnudo de un recolector de miel del 10.000 antes de Cristo que los de la Capilla Sixtina del Vaticano, pintado en el siglo XVI. En la actualidad personalmente veo muchos desnudos femeninos con la idea de provocar. Sus creadores, pero sobre todo sus creadoras, son auténticas personas imbuidas del activismo feminista en el Arte. Sin embargo, yo creo que estamos hoy día tan acostumbrados a los desnudos femeninos que no son provocadores, sino que están muy normalizados. Hace unos años yo expuse brevemente por unas horas un desnudo mío de manera pública a manera de experimento y de provocación en busca de esa igualdad, sólo te digo que algunos lo rieron, otros insultaron e incluso un amigo me retiró la palabra durante meses. Creo que un desnudo masculino hoy día es mucho más provocativo que uno femenino en busca de esa igualdad y normalización. ¿Qué opinas tú sobre el tema desnudo en el Arte actual?

ZAIDA ESCOBAR: Creo que actualmente ya no existe tanto esa diferencia de género entre el desnudo femenino o masculino, sí es cierto que estamos más acostumbrados a ver un desnudo femenino pues a lo largo de la historia han sido los que más se han mostrado y quizás por ello nos sorprenda más uno masculino.
En cuanto a la hora de provocar no estoy tan de acuerdo, no es tan importante si es masculino o femenino sino qué herramientas utilizas para provocar con esos desnudos. Parece que la conciencia social está más que acostumbrada al desnudo femenino y que ya no es objeto de provocación, pero no es cierto, a lo que estamos acostumbrados es a un desnudo bonito, un desnudo externo por así decirlo, si tú te expones una vagina por ejemplo ahí cambia la cosa. Hace poco vi una performance de Deborah de Robertis en el Museo d’Orsay de Paris, donde la artista se colocó al lado del famoso cuadro “El origen del mundo” de Gustave Courbet y al igual que en el cuadro, ella muestra su sexo (fue un vídeo muy viral y muy polémico, muchos lo habrán visto), y fue obligada a salir del museo y censurada en muchas plataformas. [Por aquí, la noticia citada.]
Hay muchas opiniones en cuanto a esta performance pero con respecto a lo que me preguntas me ha venido este ejemplo a la cabeza porque opino que, si la artista hubiera mostrado su cuerpo desnudo hubiera sido una performance más, pero ella expuso su vagina y entonces se volvió provocativo y de mal gusto y lo gracioso es que lo hace al lado de un cuadro que fue pintado en el siglo XIX y hoy en día la gente está encantada de ir a verlo a un museo. Por lo tanto resulta bastante irónico que arme tanto revuelo este acto.
El desnudo tanto de un hombre como de una mujer, puede ser provocador según como lo muestres.

CANICHU: La mujer en el Arte ha sido muchas veces musa o modelo. Las artistas femeninas conocidas no son pocas, pero siguen siendo menos en número que los hombres. Sin embargo, a lo largo de los siglos la mujer en general, la no conocida, se ha interesado mucho en el arte de pintar. Así por ejemplo tenemos el caso de Rosario Weiss Zorrilla, de la que nunca ha quedado claro si era hija extramatrimonial de Goya o protegida de Goya junto a su madre. Weiss recibió sus lecciones de pintura de mano de este gran pintor, ya en su larga tercera edad, y se sospecha que algunos de los últimos cuadros de Goya tienen arreglos de ella o bien hay quien dudó de que “La lechera de Burdeos” fuera de Goya y se la adjudicaba a ella, cosa ya desmentida. De aquí sacamos que sus comienzos, los de Weiss, parecían que requerían de ocultación, lo que nos recuerda a las escritoras que firmaban con nombres de hombre. Hoy día ya no es tan tremenda la situación, salvo lamentablemente en casos excepcionales. Esta anécdota nos hace pensar en las dificultades para ser reconocidas ellas también como creadoras de cuadros. ¿Te ha sido difícil a ti llegar a donde has llegado (y más a lo que has de llegar)?

ZAIDA ESCOBAR: En mi caso como artista, nunca me he sentido atacada o infravalorada por ser mujer y tampoco lo he visto a mí alrededor. Puede ser que por el hecho de ser mujer (y todas las connotaciones que ello conlleva), las expectativas sean más bajas y luego si resulta que eres buena parezca tener más valor, algo así si se puede percibir, pero ya te digo que nunca me he sentido en una situación de desigualdad de género, al menos en cuanto a mi condición como artista.

CANICHU: ¿Qué pintora destacarías?

ZAIDA ESCOBAR: Jenny Saville. Me parece una artista brutal y además viene muy a cuento por las preguntas anteriores del desnudo femenino y masculino. Más que hablar de ella, mejor hay que verla. [Por aquí, la referencia citada.]

CANICHU: ¿Qué artista local te llama más la atención (mujer u hombre)? Sé que esta es una pregunta comprometida, pero al menos, ¿cuál es el que últimamente te ha llamado más la atención y por qué?

ZAIDA ESCOBAR: Recuerdo la primera vez que vi el catálogo de la exposición “Canto XIII” de Alberto Cerezo, me quedé alucinada y desde ese momento admiro muchísimo su obra. Hay muchos más claro está, pero si me preguntas por uno, es el primero en el que pienso. [Por aquí, la obra citada, pero versión revisitada.]

CANICHU: ¿Y entre los famosos, sea de la época que sea?

ZAIDA ESCOBAR: Goya, Sorolla, Lucian Freud, Enrique Marty, Jenny Saville, Käthe kollwitz… hay tantos, no podría citarlos a todos.

CANICHU: Háblanos de tu técnica, por favor.

ZAIDA ESCOBAR: Soy una apasionada de las técnicas, me gusta probar con todas y según la imagen que quiera crear, hacerla de un modo u otro. Como ya sabes una de mis técnicas preferidas es dibujar con café, carboncillo y conté; en la mayoría de mis obras utilizo esta técnica porque me gusta la expresividad que se puede conseguir con ella, la textura y la atmósfera que crea. En el extremo a esta técnica está el óleo, que también lo suelo utilizar aunque se convierte en un reto para mí pues me tengo que pelear mucho con él. Últimamente estoy utilizando los rotuladores Posca para crear una serie de dibujos y me están dando muy buenos resultados.
Soy una artista bastante camaleónica y me encanta moverme y jugar con diferentes herramientas: boli bic, graffito, acuarela, tintas, lejía, etc.

CANICHU: ¿Y tu temática? ¿Qué te lleva a ella?

ZAIDA ESCOBAR: A ella me lleva el instinto. Desde siempre me ha obsesionado dibujar rostros, gestos y expresiones, con el tiempo lo he ido reflexionando a raíz de leer muchos libros sobre la comunicación no verbal y trasladándolos a mi trabajo. Siento una necesidad de plasmar emociones o situaciones cotidianas comunes en todos pero vistas desde otra perspectiva. Me encanta observar a la gente, me podría tirar horas en un bar mirando los actos, las expresiones y las situaciones de las personas que están allí, imaginándome sus vidas y sus secretos más oscuros, por lo que en mis cuadros aplico esta visión de lo cotidiano dándole un toque más grotesco y oscuro, llevando incluso al espectador en muchas ocasiones a la dualidad entre la atracción y el rechazo.

CANICHU: ¿Cuánto de luz y cuánto de sombra hay en tu obra, vaya de antemano que te considero una persona con una obra muy vitalista?

ZAIDA ESCOBAR: Me considero una artista de sombras. Es curioso pero cada vez que intento hacer algo alegre y bonito, me sale siempre oscuro y grotesco y a veces no me doy ni cuenta y me lo dice la gente que me rodea y después lo vuelvo a mirar y cada vez me vuelvo más consciente del hecho, de que no puedo escapar de mi visión y ni de mi mano. Hay una anécdota que siempre me pasa y es que cuando expongo en algún sitio y la gente ve mis cuadros antes de conocerme, se piensan que la artista ha de ser una persona retraída, con problemas o con una personalidad difícil y cuando me conocen no me relacionan con mi obra. He tenido una vida muy feliz la verdad pero supongo que mi visión sobre lo que me rodea es esta y así me gusta dibujarlas, crudas, oscuras y expresivas.

CANICHU: Llegar a hacer y a exponer no es tarea fácil. Es algo arduo que requiere mucho tiempo, tiempo que a veces se transforma en años. Ahora hay gente que sin hacer nada previamente reclama estar en igualdad de condiciones expositivas que los que han estado todos estos años trabajando para lograr pequeños huecos por los que asomar. ¿Qué opinas de esto?

ZAIDA ESCOBAR: Es una pregunta interesante y difícil de contestar. Depende de muchas cosas, hay artistas que son increíbles aunque llevan solo dos años dibujando y tienen todo el derecho a exponer pues su obra es sublime; y en cambio hay otros, que pueden llevar 30 años pero su obra no es tan buena o simplemente no evolucionan. El trabajo constante es muy importante pero también lo es el don que lleves dentro.
Por otro lado está el tema de los contactos, los movimientos elitistas y el negocio del arte y eso ya es otro mundo del que me da pereza hablar porque no me interesa y porque me pone de mal humor.
Todo el mundo se merece exponer ya sea antes o después y si tienes la suerte de hacerlo antes pues genial por ti.

CANICHU: Participaste varias veces de la creación de cuadros a tiempo real y rápido a lo largo de la duración de conciertos de música, como pudo verse en 2012 con Café Negro, o en 2014 en la Noche en Blanco de Alcalá de Henares. A mí me recuerda al espectáculo que realizaba Muchachito Bombo Inferno. Aquí tengo una pregunta doble. ¿Qué conexión encuentras entre la música y la pintura? Y ¿eres pintora más de estudio íntimo o de conexión visceral con gente cerca mientras creas?

ZAIDA ESCOBAR: la conexión es total, es completa. Yo por ejemplo soy incapaz de pintar sin música, la música me inspira y me trasmite sensaciones, me aísla y me acerca mucho más a la obra. La música es esencial para todo.
Llevo en mí a esas dos artistas, la íntima que se retira a estar sola para poder pintar y no quiera que nadie la moleste y la que quiere crear encima de un escenario con el bullicio de la gente y la música en directo. Para mí las dos cosas son brutales y son mis mejores momentos.
Siempre me había dado mucha envidia ver a los músicos en sus conciertos porque están rodeados de un ambiente tan intenso y tan cálido y sobre todo porque muestran al público su arte desnudo, sus carnes y viceversa, el público les da calor y fuerza y la verdad es que yo estaba un poco cansada de aislarme tanto pintando para luego exponer los cuadros, que la gente los vea, si acaso los explicas un poco y ya está, me parecía todo un poco frío y me apetecía sentir el calor del directo. En cuanto pinté por primera vez un cuadro en directo, fue un chute de adrenalina tan fuerte que desde entonces estoy enganchada a ello. Y lo mejor de hacerlo es que la gente pueda ver el proceso de lo que haces desde el principio hasta el fin, entonces te vuelves más terrenal porque te estás mostrando desnuda.

CANICHU: ¿Para cuándo un salto de tus exposiciones a Madrid, Barcelona o Bilbao?

ZAIDA ESCOBAR: En Madrid y Barcelona ya he expuesto alguna vez pero siempre de manera colectiva. Tengo muchas ganas de lanzarme ya individualmente y en breves me pondré a ello, en cuanto acabe la escuela en la que estoy y me ponga a crear obra nueva.

CANICHU: ¿Hay algo previsto para este 2015 que se pueda contar que nos estés preparando?

ZAIDA ESCOBAR: Para noviembre si todo va bien, tengo prevista una exposición en una de las salas de Santa María la Rica. Quiero que sea todo obra nueva, con un toque diferente a lo que suelo hacer, pero ya se verá, de momento no adelanto nada.

CANICHU: ¿Sabes que hace tiempo que tenemos pendiente hacer un espectáculo a medias de pintura, música y poesía, verdad?

ZAIDA ESCOBAR: Claro que lo sé, pero primero tenemos pendientes unas cervezas para hablar de ello.

CANICHU: Como es mi costumbre te cedo la última pregunta para que digas o aportes aquello que desees y que no quieras perder la oportunidad de decir en esta entrevista.

ZAIDA ESCOBAR: Con esta entrevista tan extensa y tan completa creo que ya he soltado todas mis tripas jeje así que simplemente darte las gracias a ti y a toda la gente que se interesa y que se involucra en la cultura, apoyándonos unos a otros conseguiremos muchas cosas. Gracias Canichu por esta entrevista, ha sido una muy buena experiencia

CANICHU: Muchas gracias y, como es tradicional despedirme, que la cerveza te acompañe.



 



















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